MEMORIAL DE LA CÁRCEL DE MUJERES DE LES CORTS

Piedras de otras memorias

Alumbra Alumbre participó el pasado viernes 13 y sábado 14 de diciembre en los actos de conmemoración e inauguración del Monumento Memorial a las mujeres represaliadas por el franquismo en la cárcel de les Corts de Barcelona.

La tarde del viernes 13 pudimos compartir mesa redonda con representantes de otras asociaciones memorialistas de toda España en el Centre Cívic Tomasa Cuevas del Distrito de les Corts de Barcelona.

Allí  junto a Santi Vega del Foro por la Memoria de Segovia; José Carlos González de la Asociación de Memoria Histórica Los Barracones de Bustarviejo de Madrid; Rafael Molina, de la Asociación Contra el Silencio y el Olvido y por la Recuperación de La Memoria Histórica de Málaga;  Jordi Guixé, del ECOM, Centre d’Estudis Lacetans, Memòria.cat;  y Adela Agelet y Marta Mas de la Plataforma Futur Monument Presó de Dones de les Corts, debatimos sobre las diferentes perspectivas de la represión franquista contra las mujeres.

Paqui Ureña, de nuestra Asociación, aportó su visión desde los procesos migratorios hacia Catalunya previos a la Guerra de España y la perspectiva de familia desplazada, que combinaba un doble problema,  la propia migración y el papel social y familiar de la mujer, determinando una situación de enorme dificultad para estas mujeres. Además el matiz activista y reivindicativo de esta migración minera, la que no tiene más que sus manos como recurso y no puede perder más que la vida, afiliada masivamente a la CNT en la década de 1920 y 1930 tanto en origen como en destino, añadió un plus ideológico a esas mujeres que después fueron brutalmente represaliadas al finalizar la Guerra.

Como el caso de Julia Romera Yáñez, mazarronera emigrada a Santa Coloma de Gramanet (Barcelona) que fue encarcelada en esta prisión por pertenecer a la UJA, y donde murió víctima de la represión en septiembre de 1941.

Las diferentes visiones de la represión femenina y a la vez los difíciles caminos de recuperación de la memoria de las asociaciones memorialistas participantes enriquecieron el debate como acto previo al homenaje del sábado.

La prisión de mujeres de les Corts de Barcelona se remonta al siglo XIX con diversos usos como correccional y asilo de mujeres regido por las Congregación de las religiosas de la Presentación. Durante la II República continua con estas funciones y al estallar la Guerra es destinada a ser una prisión de mujeres gestionada por la Generalitat de Catalunya en donde se albergaron tanto a presas de derechas como del POUM. Pero su función más cruel y oscura comenzó tras entrar las tropas de Franco en Barcelona, convirtiéndose en una prisión de mujeres de paso hacia otras prisiones de todo el Estado o hacia su fusilamiento en el Camp de la Bota de Barcelona, de nuevo bajo la regencia de la congregación religiosa. En 1955 se desmanteló al ser permutada su propiedad, y el espacio que ocupaba esta cárcel acabó formando parte de la futura urbanización residencial y económica de la Diagonal de Barcelona.

Actualmente no existe ningún vestigio físico de la prisión y del horror de los años de represión. Hasta hace muy pocos años tan solo una placa vergonzante en un lugar discreto de unos conocidísimos grandes almacenes de la Diagonal, que ocupan este espacio, intentaba recordar lo que ya había quedado en el olvido para casi todos, que allí hubo un lugar de represión.

Pero la memoria es tozuda, persiste y resiste, y el tejido social y memorialista de Barcelona, junto con las pocas supervivientes de esa historia, se lanzó hace ya casi una década a recuperar a esas mujeres del olvido, y en una larga travesía con múltiples acciones e intervenciones en el espacio público ha ido trabajando para dignificar y dejar constancia de la memoria contra la represión.

El sábado 14 de diciembre de 2019, después de demasiados años de camino, se inauguró, en la confluencia de la Avenida Joan Güell y la calle Europa, en plena calle, junto a uno de los complejos comerciales y de oficinas más conocidos de la ciudad, el memorial de la cárcel de mujeres de les Corts.

Es un memorial fruto de la participación ciudadana, lleno de reivindicación y de sensibilidad feminista, un proyecto de intervención  en el espacio público que finalmente el Ayuntamiento de Barcelona licitó para que la ciudadanía y su tejido asociativo pudieran decidir cómo lo querían, y del que ha surgido un conjunto monumental sobrio y emocionante.

Se trata de seis grandes piedras, de diversos orígenes de toda España, diferentes,  con una simbología serena, bella pero persistente. El granito blanco de Bustarviejo (Madrid), el mármol blanco de Macael  (Almería), el gres modelado por el tiempo de Solsona (Barcelona), el mármol rojo encendido de Cehegín (Murcia), la caliza rosa sepúlveda de Segovia y el gres de Montjuïc (Barcelona), representan diferentes visones y experiencias de aquellas mujeres represalidas. Y las citas y textos en el pavimento y en los tótems hacen reflexionar y no olvidar la represión.  

El colofón de los actos fue una participación artística en forma de recital y danza muy emocionante y emotiva, una actuación sobrecogedora que sin duda apeló a las emociones invitando a resistir, resistir, resistir…

Alumbra Alumbre ha formado parte de esa red de memoria que se ha creado alrededor de la represión de la cárcel de les Corts, participando y facilitando la recuperación de la memoria de las murcianas represaliadas en Catalunya, de lo que nos sentimos profundamente satisfechos, y agradecemos a los promotores que nos regalaran poder participar en su proyecto y compartir la experiencia.

Queda mucho trabajo por hacer, pero en el camino hay mucha gente que nos acompaña y estimula.  Resistir, resistir…